Comenzar de nuevo

   Árdeme el cuello por dentro, déjalo hervido y chamuscado, abrásame con tu fuego que calcina.
   ¿Te gustaría que no hablara más, no es cierto? ¿No recordarte nunca más todo el daño, la destrucción y las cenizas que dejas a tu paso? Pero no podría hacerlo aunque quisiera, mi instinto me urge a proteger y a protegerme. Me urge a huir de ti aunque te propongas bloquearme todas las salidas. 
    El camino es duro, es largo, está cercado por todos lados y encima, vigilante, estás tú. Pero encontraré la salida, como siempre he hecho. 
   Entonces soplará una suave brisa, los rayos del sol me rozarán las mejillas mojadas y podré sentarme a contemplar la tristeza infinita del mundo sin ti.