Nunca supo quien era

   Le iba la vida tras cada “me gusta”. Necesitaba del halago aunque fuese falso y mejor si además era exagerado; sólo vivía cuando los demás leían sus “páginas anónimas”. Miserable existencia la suya, inventando sentimientos que no conocía, lectura en ratos libres de quienes si los habían vivido. 
   Nunca supo amar y menos que era ser amado realmente, esquivó la realidad tras sus ficciones; esperando a aquella que era como él, UNA MENTIRA. 
    Murió sin saber quién era, nunca firmaba con SU NOMBRE.