Después de años de conflictos por fin se habían puesto de acuerdo. Había costado
mucho persuadir a los hipopótamos, pero allí estaban, expectantes todos. Vieron cómo
la nube de polvo estaba cada vez más cerca. Sentían el suelo temblar bajo sus patas.
Esta vez el convoy era más numeroso, ya de por sí numerosos en los últimos años.
Todos lo miraban a él, esperando su señal y él asintió agitando su melena.