-¿Qué hay mejor que nuestro noviazgo?- preguntó Laura.
-El amor de los perros-contestó seriamente su amiga Leticia.
-¿Cómo dices?-dijo irritada Laura
-Un perro aunque le peques sigue a tu lado, aunque le grites te sigue
queriendo. Es el amor más grande y más fiel que puedas encontrar
jamás, mucho mejor que el de los novi@s-aclaró tranquilamente.
-¿Y cómo lo sabes?-insistió Laura.
-Porque tengo una perrita-dijo sabiamente Leticia.
Desde aquel día no se volvieron a ver, quizás por enfado o porque lo
quiso el destino.
Dos años después Laura había roto dolorosamente con su chico,
mientras Leticia y su perrita seguían amándose como el primer día.