Ángel salía de su casa, había quedado con sus amigos en una
plaza, después se irían a casa de uno de ellos a jugar videojuegos. En su
camino, encontraron un gato negro, era muy pequeño y parecía tan vulnerable…
Ángel quería acoger al pequeño gatito y llevárselo para que tuviera oportunidad
de tener una familia que le quisiera. Se lo pensó durante un tiempo y cuando
estaba dispuesto a agacharse para recogerlo, un comentario le detuvo.
- Jajaja, mirad esa bola de pelo - se rió uno de ellos, los
demás le siguieron junto a una ola de comentarios ofensivos. Ángel no sabía que
hacer, estaba en plena lucha con su conciencia y sus amigos. Finalmente, Ángel
cometió un error que recordará toda su vida. Dejó al gatito allí y se alejó con
sus amigos. Todos pasaron una tarde fantástica entre risas y videojuegos;
definitivamente uno de los mejores días que habían pasado juntos. Todos se
despidieron y fueron a sus casas, a Ángel le acompañaron tres de sus amigos,
los tres más crueles ya que su reacción al verlo fue horrible.
- Mirad, la bola de pelo ha sido atropellada - dijo
uno, los otros dos se rieron pero Ángel no. Rompió a llorar mirando el cuerpo
del gatito… Si Ángel no hubiera seguido las modas, si no se hubiera dejado
llevar por lo que decían los demás, esto no habría acabado así. ¿Se hubieran
reído de Ángel
por qué son muy crueles? Sí… Pero habría conseguido salvar una vida.