Vigilo mi lámpara para que no se apague. Miro al horizonte y aún no apareces. Vigilo mi lámpara
para que no se apague. El sueño me hipnotiza cada noche. Mis ojos se cierran, pero la lámpara no se
apaga. Miro a lo lejos y tu luz aún no se acerca. Algunos me llaman guardián. Otros me llaman
ingenuo. Ellos han dejado de hacerlo. Sigo esperando, sé que vas a volver.
Tus palabras fueron: ''Nunca dejes que se apague, espérame despierto''. El mar me confunde, me
muestra siluetas y sombras. Nadie cree en ti, nadie cree en que vayas a volver. Nunca rompiste una
promesa. Siempre me enseñaste a creer. Las dudas atormentan mi alma preguntándome si realmente
volverás. Lucho cada día y cada noche me vuelves a levantar. Miro la lámpara y toda oscuridad
desaparece, aunque el miedo siempre regresa para hacerme frente.
Con diez años me anclaste en esta ciudad, mucho tiempo ha pasado desde que te vi marchar. Tu
recuerdo parece más un sueño que algo real. Las dudas regresan y mi temor se asoma en la
oscuridad. Vigilo mi lámpara para que encuentres el camino a casa. Vigilo porque aún el miedo no
me ha vencido. Vigilo porque tú volverás conmigo. Me mantengo despierto para no dejarte marchar.